Catoni
7- Como hacer rock y no morir en el intento (2017)
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1-Misión Stereo
2-Hecho de fuego
3-Luna
4-Lobo
5-Migajas
6-Lejos
7-El sueño
8-Orgullo
9-Red house
La banda está integrada por Carlos Catoni en voz y guitarras, Rainer Hemmelmann en bajo, y Franco Gabelo en Batería. Erwin Iost armónica en “Migajas”
Suena gigante, como un camión sin frenos, y eso es todo lo que uno pide de un álbum de Rock, agradezco esa sensación como quien agradece un café por la mañana, un cerveza una tarde calurosa, y un whisky una noche invernal.
“7 como hacer Rock y no morir en el intento” abre con un tema llamado “Misión Stereo”, que llamó mi atención como si lo hubiera escuchado antes, y rápidamente me doy cuenta que es un primo hermano de “Dead & bloated” de Stone Temple Pilots, se me hizo muy notorio, pero todos recogemos influencias de nuestros héroes, hace muchos años que no veo a nadie libre de eso, por lo mismo no veo a nadie lanzando piedrazos. Catoni recoge en esta canción su gusto por la banda de los hermanos De Leo, pero dándole un aire particular con su voz, para mi es como un homenaje a una banda que quizás se encuentra entre las favoritas del músico nacional, no deja de ser un buen tema y me queda la sensación que esta obertura es algo intencional, como una sacada de sombrero al inicio de “Core” el debut de STP.
“Hecho de fuego” se enmarca en un poderoso riff, elemento que es casi un principio en Catoni, pero también sorprende en las decisiones rítmicas y melódicas, cosa que me hace tener muy buena opinión de este trabajo ya que a pesar de la costumbre que tenemos como fanáticos del Rock de escuchar un riff potente y una banda encendida, es en esos detalles que se hace único y se desmarca de muchas propuestas que a veces funcionan pero se hacen tediosas, quizás en este tema podemos encontrar semejanzas a los mejores pasajes de Mandrácula, no siendo esto nada más que un halago.
“Luna” abre misterioso y luego aúlla con energía, una perfecta intro para “Lobo” un intenso riff que sigue reflejando el gusto de Catoni por esa sensación gigante de power chords, una lírica y melodía desgarrada con un dejo de rabia sentida y frontal que quizás es marca registrada del ímpetu presente en Catoni desde sus primeros trabajos, me parece que el tema es un acierto en los diversos momentos que un tanto bipolares aparecen cada ciertos tramos del tema, una producción acertadísima, que habla del buen gusto en la realización de este álbum y puntualmente de este tema.
“Migajas” comienza como una balada sentida, con una armónica a cargo de Erwin Iost que abraza la canción durante todo su recorrido imprimiendo un carácter súper emotivo y dándole una característica importante a la canción, se entrelaza de gran manera con la voz, creando una dolorosa canción, que más allá de una power ballad me suena a ese espíritu bluesero, que recorre la sangre de Catoni desde siempre y se siente como motor en su expresión como cantante.
Con “Lejos” volvemos al espíritu principal de este álbum quizás poniendo a la vista esa sensación hard rockera que nos dejó como legado el Rock a finales de los 80´s y principios de los 90´s, pero con ese aire de renovación que imprime Catoni a lo largo de sus composiciones, que si bien recogen la influencia de esos sonidos entrega a cada paso una personalidad marcada y propia que se agradece en el Rock de esta factura.
“El sueño” inicia íntima y certera, como un canto triste que se vuelve desgarrador a cada paso, como un temporal que hace estragos con el viento, donde todo se levanta en mil pedazos para abrirse camino, como en un pasaje onírico devastador que renueva las energías, una catarsis necesaria en el alma, que se atesora para continuar hacia días donde la luz se abre camino.
“Orgullo” con una partida demoledora, no dejando lugar a dudas que estamos frente a una canción que pretende remover el interior, hacer ruido en nuestras mentes dormidas a ratos, casi como un golpe en la cara, venenoso, con un montón de actitud frontal e inquietante, una buena pieza energética que sostiene al oyente en un precipicio dejando una sensación angustiosa, pero con aires de salvador.
“Red House” original de Jimi Hendrix, suena esta vez como una canción completamente diferente, cosa que se agradece cuando hablamos de un cover, ya que se acopla muy bien al sonido de Catoni y le da ese aire novedoso que si bien respeta el aspecto melódico en momentos, lleva a la obra a un espectro propio, porque si bien la canción viene desde otra sangre se trata como a un hijo propio, brindándole el apellido familiar y la posibilidad de convivir de igual a igual con sus hermanos, un buen cierre para este álbum de Catoni que en 36 minutos nos trae un buenísimo ejemplo de “Como hacer Rock y no morir en el intento”
PJ Rojahelis.