Por Diego Puebla
Lo primero que impacta es su increíble portada con el arte visual de Fran Muñoz, producción de la mano de Australis Records y con un camino bifurcado en dos CD´s en formato Digipack que desglosa dos matices de una banda insigne en nuestro Metal nacional.
Claro que sí, hablamos de Torturer con su álbum homónimo que costó en tiempo y composición pero que se nota de manera progresiva la sensibilidad de un disco que está hecho con los detalles de una apuesta arriesgada en la propuesta cronológica de la banda.
Prácticamente diez años pasaron luego de un larga duración, podemos decir que “The Flames of Purification” (2003), es mantenido en el primer disco con las bases y la mezcla de su Death/Thrash que llega de una rapidez vehemente al cerebro con sed de Metal.
“Guerras”, un tema que da el primer paso de la placa y que como el primer single del disco, con el videoclip en formato digital dentro de él. Refleja el estilo de Torturer. Riffs demoniacos y perversidad sonora, que junto con la voz de Cautín refleja que no es un disco como cualquier otro de novatos del estilo.
Sigue el disco y a mi juicio uno de los temazos es “Death Smells Silence”, con un olor al “Illusions” de Sadus y sensación al “Beneath de Remains” de Sepultura, la irrupción de Death al hueso es un punto altísimo en un Disco 1 con el sonido esencial y clásico de una de las bandas pioneras en el género en difundir un CD en Europa.
El cambiar de disco la sorprenda es justificada, instrumentalidad, cortes con acústicas, teclados ambientales y letras con nostalgia e instrospección da el desarrollo que Torturer son muchísimo más que chascones (o muchos ex chascones ya) con mente de seguir haciendo lo mismo, la madurez de ellos en la vida diaria, más traspiés que la vida deja caer entre penas, hijos, pérdidas, etc. Hace que se valore aún más un trabajo que viene con entrañas, sentimientos y obviamente patadas con bototos en el cerebro.
“Destructores de la vida” con una velocidad un poco menos acelerada es un tema increíblemente logrado, con una letra comparada a no creer en nada y en la usurpación de todo. Odio e incredulidad de la mano de Torturer, uno nuevo y desconocido.
“Introspección” es la vuelta instrumental de un tema que básicamente eso hace, una conversación amena con amigos de siempre es la fiel compañía que un tema como este puede dar, las composiciones muchas veces no tienen que decir nada para entregar mucho.
Un álbum con muchísimos altos, altamente recomendable para cada fanático de ambos géneros de los sonidos más crudos de la música, con instinto chileno y composiciones con absorción de distintas mezclas que entrega un nuevo sonido que me dejaron grandes expectativas, con una compilación de temas que te llevan a distintas sensaciones y que al terminarlo no queda más que buscar apretar play con el valor de un producto de muy buena calidad, con un Torturer que luego de 24 años de vida sigue sorprendiendo…
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