CUERDAS DE BLUES- Duelo de Guitarras
22 DE ENERO 2014 | TEATRO LADRÓN DE BICICLETAS
Por Freddy Veliz
La Sala El Ladrón de Bicicletas se vio abarrotada de amantes de las sensibles cuerdas del blues. La noche de ayer Miércoles 22 de Enero fuimos testigos de un evento que esperemos mantenga una continuidad en el tiempo, fue una experiencia con estándares que pocas veces hemos tenido la oportunidad de ver en una producción nacional dentro del género de la música del alma. Seis guitarristas pudieron mostrar sus atributos musicales, comenzando a las 22:00 horas en punto, y uno que no es habitual en este tipo de encuentros dedicados al blues tuvo la misión de dar inicio a esta espectacular velada, me refiero al ya consagrado músico Angelo Pierattini (ex Weichafe), que deslumbró con su sentida manera de expresar vía su voz rasposa y su guitarra, primero solo en el escenario, luego con la banda de apoyo compuesta por Toño Silva (Charly Garcia) en la Batería y Johan Pasten (Sangre de Toro) en bajo, presentando parte de su repertorio solista como la tremenda “Que simple vibra nuestro Amor”, para terminar invitando a Tomás Gumucio y en conjunto interpretar “Camino Lento”, para luego este último tomar su turno y repasar parte de la historia de la música que nos congregaba, así magistralmente fue interpretando temas de Robert Johnson (Walkin’ Blues), Brownie McGhee, B.B King o T-Bone Walker junto al guitarrista de la Vintage Blues, Christian Orellana, que posteriormente comienza su set personal, interpretando a íconos como Luther Allison con “Cherry Red Wine”, Freddie King con “It’s too Bad” o el clásico “I Need Your Love So Bad” de Fleetwood Mac, entre bromas invita al talentoso Felipe Ruf para que lo acompañe a interpretar “Al Sur del Blues” de Vintage Blues.
Sin menospreciar el trabajo de los que habían pasado por el escenario, dejando en claro que fueron grandes presentaciones, con un nivel bastante alto en cada una de las interpretaciones, Felipe Ruf eleva la vara a otros niveles, un guitarrista que exuda energía y brillantez, una mezcla de lo mejor de Clapton en sus años con Cream y la fuerza del blues de Freddie King, de quien elige el clásico “San Ho Zay” para comenzar su turno personal, y seguir con “Buzzsaw” que nos contagia con su ritmo surf. Continúa incendiando el ambiente con “The Huckelebuck” e invitar a Felipe Toro (El Cruce/ Toro & Bluesman/ Sangre de Toro), para despacharse en conjunto “Someday Alter a While” de Freddie King, dos monstruos del blues chileno frente a frente nos llenaron de orgullo desde el escenario.
Felipe Toro toma la posta y continúa derrochando su talento en la guitarra y en la voz, una de las más privilegiadas de nuestro país, un músico que no para de trabajar por los sonidos que fluyen del alma y sanan espíritus, y se refleja en su dominio del escenario, ganado con sus innumerables presentaciones que lo tienen constantemente recorriendo la noche santiaguina y parte de algunas regiones de nuestro país. Con un repertorio en que repasa “Catfish Blues”, “Me Gustan Todas” de El Cruce, una poderosa versión de “Red House” ese eterno clásico de Jimi Hendrix, y para terminar invita a su partner de siempre, el armonicista Claudio Bluesman Valenzuela, y al invitado internacional de la noche, la guitarra y voz de la agrupación argentina La Mississippi, Ricardo Tapia, para interpretar otra de su ex banda, “Mi Negra”, todo un clásico del blues criollo. Una presentación con toda la potencia de ese blues que se familiariza con lo mas granado del rock.
Con mas de dos horas de un viaje donde fluían los distintos estilos con que se mueven estos eximios músicos, para un mismo género, Ricardo Tapia toma la batuta del espectáculo y nos brinda junto a Toño Silva, Johan Pasten, Claudio Valenzuela y Gustavo Albuquerque quien se había sumado en el teclado, un final grandioso, comenzando con “Camionero” de su insigne banda, para continuar con el tremendo clásico de Elmore James titulado “My Bleeding Heart”. El infaltable homenaje a Pappo no podía faltar y Tapia con devoción hacia ese ícono del blues trasandino interpreta “Longchamps Boggie”.
Luego, y sin ahorrarse elogios hacia los músicos chilenos que lo precedieron, prometiendo llevar el mismo espectáculo a Buenos Aires, invita uno a uno a los guitarristas para que se sumen a una jam increíble, interpretando un esencial de Robert Johnson, la magnifica “Sweet Home Chicago”. Un final apoteósico, para un encuentro que bordeó las tres horas de duración, tres horas en que fuimos atrapados por esas cuerdas desde donde brotan los lamentos del alma y se convierten en notas musicales, fue un pequeño Crossroads Festival criollo, uno que se produce con esfuerzo y amor por el blues, una apuesta arriesgada que se ganó con creces, puesto que el teatro terminó con sus butacas ocupadas al máximo, con público de pie en los pasillos y con los rostros de los presentes reflejando la satisfacción de presenciar un espectáculo de primer nivel.
Mas que un duelo de guitarristas donde se compite por ser el mejor, esta es la unión de camaradería de una escena que está más viva que nunca en nuestro país, una que conoce de momentos difíciles, pero que al sonar el primer acorde nada es más importante que ese viejo y amado Blues.
FOTOS: MARIELA SANDOVAL A.
[nggallery id=133]
