Frío domingo por la noche en Santiago, y el Movistar Arena poco a poco recibe al público de Miguel Mateos. Un público en su mayoría sobre los 50 años, quienes crecieron admirando la época de oro del músico argentino, aunque algunos más jóvenes también se asomaban al evento.
Quien se encargó de dar el puntapié inicial fue Claudio Narea con su banda. El histórico guitarrista de Los Prisioneros tuvo que comenzar aun con poca gente, lo que no impidió una presentación pulcra y una fiesta de pocos, quienes corearon los éxitos de la banda sanmiguelina, como “Mentalidad Televisiva”, una frenética y extendida “Sexo”. El sonido fue muy bueno, haciendo justicia a una banda muy afiatada.
Miguel Mateos subió al escenario cerca de las 21 hrs, junto a su experimentada banda, listos para repasar una noche de himnos latinos inmortales. El comienzo prende con “Va Por Vos, Para Vos”, de la época en que formaba parte del grupo ZAS, antes de iniciar su periodo como solista propiamente tal. “Perdiendo el Control” creó el primer clímax, aunque sería sólo un botón de muestra respecto a lo que vendría después. “Su Me Robaste Todo” tiene una dedicación contra el oscuro periodo de dictadura militar en Argentina, y es que es bueno recordar que con ZAS sus letras y preocupaciones tenían mucho de protesta. El artista argentino maneja el escenario a la perfección, se comunica, conversa, es gracioso y esa gracia la ocupa hasta para salir de situaciones no planificadas cuando alguien del público grita algo. En medio, se dio el gusto de tocar covers de algunos de sus temas favoritos, como el extracto de “Everybody Wants To Rule The World” de Tears For Fears o el hit “Power Of Love” de Huey Lewis & The News.
Cuesta creer los 71 años que ya lleva a cuestas Miguel Mateos, ya que con una dinámica envidiable sigue moviéndose, tocando piano, guitarra y cantando de excelente manera. La fiesta se prolonga gracias a temas como “Luces En El Mar”, “Es Tan Fácil Romper Un Corazón” o “Mujer Sin Ley” y cae en éxtasis general con clásicos de la talla de “Llámame, Si Me Necesitas”, más la encendida “Hijos Del Rock’n Roll” y la muy coreada “Si Tuviéramos Alas”. “Atado a Un Sentimiento” y “Tirá Para Arriba” cerraron el set, esperando los gritos y aplausos de la gente que, obviamente, los pedía una vez más.
El encore del show fue para lo más calado del repertorio, en una explosión festiva y un canto de todo el público con los hits que son “Mi Sombra En La Pared”, “Obsesión” y “Cuando Seas Grande”, una tripleta perfecta para finalizar en alto y en ovación, para irse con completa satisfacción merced a una noche redonda.
