El último tiempo ha sido complejo para todos, la guerra, el conflicto, los problemas económicos y una angustia general por llevar la vida nos ha vuelto seres ansiosos por defecto. Pero existen momentos de espacio-tiempo donde ocurre una deformidad y la realidad se desdobla hacia otra dimensión. Y exactamente así se sintió el concierto de James Blunt en Movistar Arena.
El comienzo del trance lo dio Sound of the Universe, quienes fueron los chamanes dando inicio a la ceremonia hacia un breve nuevo universo. Con melodías envolventes y una actitud digna de reinar otros universos, la dupla se adueñó del escenario transmitiendo su energía cósmica hacia los asistentes que poco a poco ocupaban los asientos del recinto. Un show corto pero justo, en el que dominaron las ondas sónicas con toda potencia en un viaje psicodélico que plantó la atmósfera de esta ruptura en el tiempo y espacio.
Así, a través de aquella grieta, sale un encantador británico portando nada más que su voz y su fiel guitarra, compañera de todas las guerras. Estando en la cúspide de la expectativa, arranca con High, primer tema del álbum Back to Bedlam, el cual toca de principio a fin. Los gritos de alabanza y pasión se vuelven un eco unísono. En esta realidad paralela, se vive y respira amor, profunda y eternamente amor. Abrazando el sentimiento comienzan los primeros acordes de You’re Beautiful y el público se sumerge en los latidos del corazón colectivo que ha aparecido.
La carisma y voz de James Blunt se vuelve el núcleo y pilar del recital. No se trata solo de música, en este universo no hay prisa ni presiones, está permitido descansar de los horrores y la aceleración de todo lo que existe fuera de la cúpula del Parque O’higgins; hay espacio para conversar, juguetear y contar historias, para agradecer y reflexionar, para estar completamente presentes durante la más de hora y media que dura el espectáculo.
Entre canciones, aprovecha de contar la inspiración detrás de Billy. Blunt revela su faceta más humorística y cercana, sin dejar de establecer límites de autopreservación. “Sé que quieres que te firme el Back to Bedlam, te veo agitándolo, pero no te lo voy a firmar, porque esta no es una firma de artículos, es un recital. ¿Está bien?” y prosigue a explicar lo que está detrás de su pintoresca canción.
《Billie era mi amigo. Un muy buen amigo, que se fue a vivir conmigo por un tiempo. Demasiado tiempo. Así que un día hice un trato y le conseguí un apartamento. Lo que Billy no sabía era que el dueño del apartamento era un señor viejo, que le gustaban los chicos jóvenes. Y yo le dije que Billy no tenía dinero, pero que podía pagar de otras formas. Y así, yo escribí 'Billy se va, no sé hacia dónde' [risas], y Billy tenía una novia. Y entenderás por qué en la canción después hablo de que Billy quedó como un infiel.》
Durante el extensivo monólogo de Blunt, las risas abundaban. No existían preocupaciones ni horrores. Pero la realidad no se niega y para cuando fue el turno de No Bravery, el artista se sienta en su piano contando que la canción la escribió tras ver los horrores en su tiempo como soldado en la guerra de Kosovo en 1999, y que hoy también lo ve en las guerras del Medio Oriente y Ucrania. Mediante las teclas de un sentido piano, la canción se siente como un minuto de silencio por los crímenes humanitarios que enfrenta nuestro planeta.
Y tras ese golpe de realidad, nos lleva de viaje a otro universo. Uno más emotivo, crudo y también más alegre. Presentando clásicos del All The Lost Souls continúa el concierto con Carry You Home, intercalando con sus discos posteriores como Postcards del Moon Landing, Stay the Night del Some Kind of Trouble y otros infaltables clásicos.
Para este entonces, el británico solicita que el público se ponga de pie, menciona que se siente como si estuviese en el cine y que hay que alocarse. El resto del concierto se vive saltando, con alegría, sin miedo y sin vergüenza. Entre tanto disfrute, una breve pausa para una canción dolorosa, Monsters, como lo solicitó una fan a través de comentarios, para sentir que su fallecido padre estaba con ella, y James cumplió.
La fiesta sigue. James canta, juega, hasta baja del escenario recorriendo la cancha del Movistar Arena, desata la euforia y continúa. Pero su desempeño no sería lo mismo sin la calidad de músicos que lo acompaña, quienes de alguna forma logran destacar sin opacar, y lo mismo le pasa al cantautor, destaca sin apagar el brillo de sus compañeros. Todos se unen en una sintonía perfecta siendo indispensables los unos para el otro y ofrecer una experiencia auditiva de la más alta calidad.
Para despedirse e ir volviendo a la realidad, baja a la exaltada audiencia a través de una calmada y acústica 1973. La noche ha llegado a su fin y aunque es tiempo de regresar a la ajetreada vida, las sonrisas se enmarcan en los rostros de los asistentes sin poder desvanecerse. Los amantes se aman más, las familias afianzan sus lazos, los corazones solitarios están repletos de amor, y James Blunt se expande en gratitud.
A veces la existencia sobrepasa, ahoga, duele y agota. Pero también recarga, ama, disfruta y acompaña. El regreso de James Blunt es un paño de agua tibia ante tantas heridas provocadas por la vida.
Galería de fotos | @JoseMiguelAraya
Setlist SOU:
1.- INTRO (COUNTDOWN)
2.- OVER AGAIN
3.- BITTER PILL
4.- BURN AGAIN
5.- DO WHAT U WANT
6.- ILL CHANGE THE WORLD
7.- HEALING ALONE
8.- MOTHER FXCKER
9.- SPIN ME ROUND
10.- OUTRO (CHAOS)
Setlist James Blunt:
1.- High
2.- You’re Beautiful
3.- Wisemen
4.- Goodbye My Lover
5.- Tears and Rain
6.- Out of My Mind
7.- So Long, Jimmy
8.- Billy
9.- Cry
10.- No Bravery
11.- I’ll Take Everything
12.- Carry You Home
13.- Postcards
14.- Stay the Night
15.- Cuz I Love You
16.- OK
17.- Same Mistake
18.- Monsters
19.- Bonfire Heart
20.- 1973
