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LIVE REVIEW | GLENN HUGHES: El sobreviviente héroe del Rock

Glenn Hughes-21

Glenn Hughes junto a Doug Aldrich

24 de agosto 2015 | Teatro Nescafé de las Artes

Review: Freddy Veliz O. | Fotos: Cristian Carrasco S.

Una deuda saldada para muchos, fue esta segunda visita de Glenn Hughes a nuestro país. En estricto rigor sería la primera con su banda, ya que el 2004 se presentó como músico invitado de los argentinos Rata Blanca en La Cúpula de Parque O’Higgins.

El otrora bajista de las formaciones Mark III y Mark IV de los legendarios Deep Purple llegó a Chile junto a Doug Aldrich, destacado guitarrista cuya mayor fama se la debe a su participación en la banda de Ronnie James Dio y Whitesnake junto al ex compañero de Hughes en Deep Purple David Coverdale.

Con 64 años recién cumplidos Glenn Hughes es un verdadero sobreviviente de los excesos. Luego de pasar por una época que lo sumió en la decadencia y casi en el olvido, el músico británico gira por el mundo mosrtrando parte del importante catálogo que le significó el estar actualmente entre las grandes leyendas del rock.

Este 24 de agosto el Teatro Nescafé de las Artes lucía repleto, las expectativas por ver al también ex vocalista de Black Sabbath y de los más cercanos en ubicación temporal, Black Country Comunion, proyecto que compartió entre el 2009 y el 2013 con Joe Bonamassa, Jason Bonham y Derek Sherinian.

Puntualmente a las 21:00 horas, el trío que completa el baterista Pontus Engborg es ovacionado por los fanáticos que llegaron al ex Teatro Providencia, ovación que se doblega cuando de entrada la explosiva “Stormbringer” de Deep Purple hace que el interior del recinto se transforme y que los que estaban ubicados en la platea baja, olvidaran sus butacas y en medio de una emoción desbordada corearan gran parte de este clásico incluido en el álbum del mismo nombre publicado en 1974. De ahí en adelante todo fue una cátedra de energía  y virtuosismo, no del sobre expuesto, sino de ese que funciona al servicio de la música y el groove que Hughes aporta desde las cuatro cuerdas,  potenciado por una voz que no acusa desgaste, al contrario, mantiene intacto un registro  que llega  a notas altísimas, y que sin esfuerzo alguno matiza con la elegancia y profundidad del soul, el valor agregado que el músico legó a comienzos de los 70s al rock pesado.

Desde sus años en Trapeze, banda de la que versiona temas como “Way Back to the Bone” y la impecable “Touch my Life” a Black Country Comunion , proyecto del que rescata la armónica “One Last Soul”, Hughes a conocido la gloria, el fracaso y luego la redención. Los excesos lo hicieron desaparecer por mucho tiempo del mapa, para luego de su rehabilitación, sobreponerse a las vicisitudes de ser una estrella del rock en los 70s, para abocarse por completo a la música y retomar una carrera que lo mantiene hasta hoy girando y a un nivel del que pocos pueden jactarse, y eso quedó manifestado anoche en una presentación impecable.

Con “Can’t Stop the Flood” de Buiding the Machine (2001) junto a “Orion” y “Soul Mover” de Soul Mover, décimo disco solista publicado el 2005,y  que contó con la participación de los Red Hot Chili Peppers Chad Smith, John Frusciante y el también Jane’s Addiction Dave Navarro, el bajista repasó su incursión en solitario, una muestra fidedigna de lo que significa la influencia negra en su repertorio, una mezcla de rock, soul y funk que marca el sello identitario del músico.

Uno de los puntos altos del esperado encuentro con esta figura legendaria, se nos presenta cuando luego de un cautivante solo de Doug Aldrich, resuena el riff introductorio de “Mistreated”, un clásico mayúsculo de la historia del rock incluido en el álbum Burn, que Blackmore y Coverdale continuaron interpretando luego de dejar Deep Purple, en Rainbow y Whitesnake respectivamente. En una versión extendida que como en los mejores años de las jam bands Hughes y Aldrich se complementan en un diálogo de sus instrumentos para finalizar con Hughes ovacionado luego de su increíble performance vocal e instrumental. Con eso podríamos pensar que muchos se dieron por pagados. Del mismo Burn antes nos sorprendió con “Sail Away”, corte de menor popularidad masiva de su etapa con los Púrpura, pero que los fanáticos reconocen de inmediato, coreando junto al británico que agradece constantemente el reconocimiento del público.

Glenn Hughes-3

El trío de músicos imponen experiencia sobre el escenario del recinto de Providencia, logran conectar con el público a través de un set compacto, que incluyó, en mi opinión, un demasiado extenso solo de batería a cargo de Pontus Engborg, quizás esos tiempos podrían haber sido aprovechados con algún otro clásico. Para el final no podía haber sido mejor elección despedirse con la incombustible y esencial “Burn” un clásico de esos inmortales, que sin dudas está dentro de los más grandiosos himnos del género, y que fue interpretada increíblemente por Hughes en la voz, y con el público totalmente rendido y eufórico coreando cada verso a la par con el bajista que levantaba los brazos instando a cantar más fuerte. Un momento que quedará sellado como uno de los más emocionantes vividos este año.

La sencillez de la banda quedó de manifiesto cuando antes de despedirse, invitan a un joven del público, que estuvo gran parte del concierto fotografiando desde el borde del escenario, a subir y ubicarse tras la batería para registrar con su celular al trío en pleno con el público a sus espaldas. Los aplausos no se dejaron esperar, y tampoco los más oportunistas, que aprovechándose de las circunstancias, se cuelan al escenario para abrazar y saludar a los músicos, quienes deciden retirarse rápidamente.

Luego de bajar las revoluciones y salir del éxtasis provocado por este show, es imposible no terminar comparando a Hughes con Gillan, este último, ha sufrido un notorio desgaste vocal a través de los años, que incluso lo hace evitar interpretar algunos clásicos esenciales de Deep Purple, Child in Time es un claro ejemplo de ello. En cambio Glenn mantiene un registro intacto y una riqueza cromática que sin dudarlo lo elevan entre las mejores voces que ha dado el rock. Gillan también lo es por supuesto, su legado es intocable, pero su voz hace rato que no lo acompaña. En fin, hay distintas formas de trabajar y de cuidar esas dotes, por lo que vimos la noche del lunes 24, Glenn Hughes inteligentemente ha logrado sortear el paso del tiempo y los abusos, para entregarnos uno de los más portentosos actos que hemos presenciado este año, un verdadero héroe del Rock.

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Noticia publicada por el área editorial.

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