Por Litta
Deftones siempre desafía las expectativas. Perpetuamente concentrado en la escena nü-metal que capturó brevemente la atención de la corriente principal a fines de los años 90 y principios del 2000, a lo largo de su carrera el quinteto de Sacramento: el cantante Chino Moreno, el guitarrista Stephen Carpenter, el bajista Sergio Vega, el teclista y turntablista Frank Delgado y el baterista Abe Cunningham – han girado perpetuamente hacia la izquierda cuando los fanáticos y los críticos esperan que se dirijan hacia la derecha. A pesar de una diferencia de edad de tres años, Carpenter y Moreno se conocen de la escena del skate local, y Moreno presenta a Carpenter a Cunningham. Los dos toman el autobús a la casa de Carpenter después de la escuela donde el trío se atasca; Carpenter se sienta en su porche, tocando la guitarra, mientras Cunningham toca la batería en el garaje de Carpenter. Al guitarrista se le ocurre el nombre de la banda, tomando “Def” de la cultura hip-hop y “Tones” del rock’n’roll temprano. Tocan su primer concierto en 1988 en una barbacoa del patio trasero en un escenario improvisado. Los primeros sets consisten en covers de bandas como Danzig y Metallica. Reclutan a Dominic García, un amigo de la infancia de Moreno, en el bajo y pronto comienzan a escribir su propio material que está más en línea con bandas como Jane’s Addiction, Red Hot Chili Peppers y Faith No More.
García llega a la batería en 1990 después de que Cunningham deja la banda para unirse al grupo local de metal de Sacramento, Phallucy. Tanto Cunningham como Moreno son fanáticos de la banda que, en ese momento, era mucho más popular y establecida que Deftones. Poco después, García se va para unirse a Phallucy también. Chi Ling Dai Chang reemplazaría a García en el bajo. Todo comienza con Chi y su hermano Ming poniendo un anuncio que dice: “Hermanos bajistas: uno toca metal, el otro toca funk”. Carpenter los llama y habla con Ming primero, comparando al grupo incipiente con Primus y Faith No More. Ming, el hermano del metal, le pasaría el teléfono a su hermano; Chi se acerca al auricular y el cuarteto escribe una canción en el acto, así es como la conexión con éste nace de forma espontánea.
Y entonces como una lucha casi divina nos encontramos una y otra vez discutiendo en el cambio rotundo del eje, con que White Pony, lanzado en junio del 2000, debutan en el número tres después de vender 178,000 copias en su primera semana junto a la nueva esencia. Marca sin lugar a dudas un punto de inflexión para el sonido de la agrupación: en donde la nueva pieza, Frank Delgado, se convierte en un miembro con todas las de la ley, y con Moreno tocando la guitarra rítmica, es la primera vez que los Deftones son capaces de fusionar de manera efectiva todas sus influencias dispares. Los críticos toman nota, destacando como una luz brillante en el mundo cada vez más digital, pero increíblemente popular, el rap-rock y nü-metal son uno.
Aunque nunca alcanzaron la altura comercial de sus pares, siguen siendo una fuerza seductora en el rock, guerreando a través de tendencias fugaces, acritud de banda, drogas y muerte solo para emerger con algunos de sus materiales más fuertes. “Aunque hemos tropezado con fórmulas y cosas que funcionan, el desafío es no seguirlas y tratar de ponernos en un lugar en el que podamos ser impredecibles”, le dice Moreno a Exclaim.com. “Preocuparse por lo que otras personas piensan que no tiene sentido en este momento”.
Moreno y Cunningham crecieron en un “barrio de mierda” en Sacramento, donde la actividad de pandillas es común. Moreno evita caer en esa vida al entrar en el breakdance y skateboarding. “Probablemente hubo solo cinco de nosotros en un radio de cinco kilómetros que patinaba”, le dijo a Flavir Magazine en 1996. “Tenía muchos tipos diferentes de amigos. Nunca caí en una camarilla…”.
Es probable que la música de Deftones no haya llegado a nuestras vidas para salvarnos de las pandillas, pero si llegó para enviarnos directo a una especie de universo paralelo, en donde nos refugiamos durante nuestros días más sórdidos en la adolescencia y hoy recurrimos a estas cuevas que yacen intocables en nuestra mente y corazón sonoro.
Todo el sonido de Deftones nos puede evocar una diversidad infinita de sensaciones, es por ejemplo preciso aquí invocar a Back To School, tema que nos arremete con agresividad la furia de una generación completamente incomprendida y que hoy recobra terreno y adeptos entre los adultos, nos vemos trabajando y nos identificamos con nuestros tatuajes o cicatrices de piercings, aquellos vestigios que atesoramos y en muchas oportunidades hemos tenido que ocultar para no ser una vez más vistos como anexos a esta sociedad, pero que en conciertos o incluso en casualidades en donde aparece la música de estos californianos, nos saludamos con la sonrisa casi imperceptible, sabiendo que aquí seguimos.
Es justo también mencionar todo el clamor sexual que nos emancipa la fibra más sensible de nuestros órganos, melodías de temas como Change o Be Quiet and Drive nos desatan una sensación casi nerviosa, en donde las terminales de nuestro sistema se sulfuran y terminan exorcizando imágenes sacadas de algún bestseller erótico, casi a la perfección como retrató la escena de la película Queen Of the Damned, en donde el primer tema mencionado decora una de las escenas más intensas entre la pareja de vampiros. Recuerdos para muchos y algunos pasajes que a veces olvidados salen a flote desde la subjetividad de la memoria colectiva.
Podríamos hacer un largo recorrido de todo lo que nos despierta el sonido de cada pieza, pero es mucho más acertado recordar que cada vez que han venido a Chile, han dejado una deuda pendiente con los setlist o el sonido, la última, en Santiago Gets Louder 2015, con una puesta de sol casi perfecta no pudimos enmendar la mala calidad en la acústica y la proyección en la voz del Chino, es por esto que esperamos entonces esta vez poder tener un nuevo episodio con la banda que sí logre permanecer intacto en nuestra retina y tímpanos, que se materialice y podamos entonces decir que esta doble presentación en Chile podrá ser una de las mejores de la historia con nuestra tierra.
