Por Freddy Véliz
Un 15 de julio de 1958, fallecía atropellada Julia Stanley, madre de John Lennon. John era un adolescente, y a pesar de lo alejada que estuvo Julia en su infancia, abandonada por Alfred Lennon, su marido (padre de John), y luego vuelta a casar, dejando a su hijo en manos de su hermana Mimi, para el fundador de The Beatles, Julia fue esencial en su crecimiento musical.
Cuando John entraba en la adolescencia, Julia le inculcó el ferviente amor por la música. Ella fue criada en un ambiente totalmente musical, su padre fue un aficionado al banjo y el ukelele, y su madre tocaba el piano, lo que influyó en que Julia se interesara en aprender cada uno de esos instrumentos, y así, cuando logró profundizar lazos con su hijo, lo primero que hizo fue enseñarle a tocar el banjo, mediante antiguas canciones que a ella gustaban. Esa cercanía lamentablemente fue breve, debido al trágico accidente que le costó la vida cuando John solo tenía 17 años. Ella alcanzó a ser testigo de los inicios musicales de su hijo, lo apoyó constantemente en su gusto por el rock and roll y los primeros ensayos y actuaciones de The Quarry Men. Sin duda habría estado orgullosa del increíble éxito que lograría su hijo junto a The Beatles, pero la vida fue dura con ella, y con John, quien cayó devastado con esta pérdida. Había recuperado a su madre, pero cuando su relación se hacía más fuerte, lo golpea esa tragedia, de la que seguramente el eximio compositor nunca pudo recuperarse.
Dentro de su carrera, la inspiración en su progenitora estuvo presente en varias de sus creaciones, comenzando con “In My Life” del álbum Rubber Soul, y “Julia” incluida en el Album Blanco de The Beatles. También la imagen de su madre se hace presente en su posterior carrera solista en canciones como “My Mummy’s Dead” que en 1970 pone término a su álbum debut ‘John Lennon/Plastic Ono Band’ y la que inicia dicho Lp, la desgarradora “Mother”, canción en la que nos detendremos en esta Rockola.
“Mother” es un verdadero grito de rabia por parte de John Lennon, es una canción que nace de unas sesiones de psicoterapia en que participó, llamadas Terapia Primal, que ayuda a luchar contra traumas infantiles. John fue prácticamente abandonado por su padre, quien se desempeñaba como marino mercante, y durante sus primeros años, siempre se mantuvo embarcado. Hubo un intento de él para tomar la custodia de Lennon, lo que fracasó, y desde ese momento perdió todo contacto, reapareciendo cuando John gozaba del éxito y fama mundial. Momento en que sintió el rechazo de su hijo.
También hay angustia y algo de rencor con su madre, ya que lo dejó a muy temprana edad en custodia de su tía, mientras formaba otra familia. A pesar de que ella lo visitaba constantemente y luego, reafirmaron su relación a partir de la música, esa falta de cercanía materna en su infancia lo marcaría para siempre, y le ocasionaría profundo dolor, en especial por haberla perdido en un momento tan crucial de su juventud. Frases como “Madre, me tenías, pero nunca te tuve” son claramente una mezcla de emociones, que luchan entre sí, que describen esa falta de amor maternal que tuvo John en su infancia, un fuerte signo de reproche, pero también de dolor por su muerte temprana.
A su padre le dedica la frase “Padre, me dejaste, pero nunca te dejé”, advirtiendo ahí el abandono de esa figura paternal, que se refuerza con un “Te necesitaba. No me necesitabas”, desgarrador sentimiento de dolor frente a un hecho que lo marcaría para siempre.
“Mother” inicia con un tañido de campanas, al cuarto tañido, John entra con un piano cuya melancolía profundiza el mensaje de imploración del ex Beatle, acompañado de Ringo Starr en la batería y Klaus Voormann en el bajo. Una obra introspectiva, personal e íntima del cantante y compositor británico, que representa una experiencia que no pocos han debido vivir durante su vida, haciéndola tremendamente desgarradora y universal. Su lírica es un ejemplo de austeridad, en breves palabras expresa cientos de sentimientos que viven en su interior. Una bella y a la vez entristecedora manera de expulsar los monstruos “Así que yo, sólo tengo que decirte Adiós, Adiós” clama John luego de cada estrofa, despidiéndose de sus padres, y a la vez de sus traumas.
Hacia el final, en uno de los pasajes más angustiantes de canción alguna, John grita repetidas veces “Mamá, no te vayas. Papá, ven a casa”. El llanto implorando a su pasado, un pasado que moldeó la personalidad y dejó una imborrable marca en uno de los máximos genios musicales del siglo XX, uno que se mostraba duro, a veces petulante o engreído, pero que tenía un dolor interno, un trauma que lo atormentó durante su vida, y lo llevaron a exorcizar fantasmas y abrir su corazón con esta magnífica obra maestra.
Mother
Mother, you had me
But I never had you
I wanted you
You didn’t want me
So I
I just got to tell you
Goodbye
Goodbye
Father, you left me
But I never left you
I needed you
You didn’t need me
So I
I just got to tell you
Goodbye
Goodbye
Children, don’t do
What I have done
I couldn’t walk
And I tried to run
So I
I just got to tell you
Goodbye
Goodbye
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home
Mama, don’t go
Daddy, come home