HIM EN CHILE
1 DE ABRIL 2014 | TEATRO CAUPOLICÁN
Por Freddy Veliz
Una de las bandas nórdicas más exitosas de los últimos 20 años se presentó este martes 1º de abril por primera vez en Chile, para deleite de sus seguidores. Los finlandeses HIM, durante mucho tiempo fueron esperados por una buena cantidad de fanáticos que pedían a gritos que alguna productora se pronunciara al respecto, y el sueño de muchos se cumplió gracias a la gestión de Chargola Producciones, quienes anunciaron con bombos y platillos la llegada a Chile de la banda de Ville Valo y compañía.
A eso de las 19:00 horas las inmediaciones del Teatro Caupolicán comenzaba a teñirse de tenidas negras, ojos delineados y poleras con el Heartgram estampado, se comenzaba a vivir el ambiente ad portas de este ansiado debut. Para esta ocasión la apertura del telón estuvo a cargo de los nacionales Androi-D, quienes a las 20:00 horas exactas suben al escenario, tomando por sorpresa a muchos de los asistentes que una vez se apagaron las luces, creyeron que saldrían los fineses. La banda chilena irrumpió frente al público con mucha confianza y toda la fuerza de su propuesta enmarcada en un hard rock con tintes blueseros e industriales, no exentos de melodías y coros pegajosos, que si conoces bien las canciones indudablemente terminas cantándolas. Carlos Albarracín, más conocido como Mandy o El Dr. Rock and Roll, si bien no es de una voz privilegiada ni fuera de lo común, posee una personalidad extrovertida y de mucha empatía con el público. Presentando cortes de su disco debut Androi-D 1.0 como los singles “Bella Putana” o “Luna Negra en Amsterdam”, la agrupación consiguió mantener atenta a la audiencia, a pesar de las deficiencias en el sonido, que le restó fuerza a la guitarras, pero que no mermó en la energía que quisieron impregnar a esta actuación con piezas tales como “Ciao Bb”, “Sobre la Cornisa” y la acertada versión del clásico de David Bowie “Space Oddity” terminando un set de nueve canciones con “Beautiful Angel”. Una presentación discreta, que mostró a una banda que sabe pararse bastante bien en el escenario.
A las 21:00 hrs, en plena intro de Lucifer Chorale, HIM suben al escenario en medio de una gran ovación de las 3500 almas que con alegría recibían a los de Helsinski, y la partida la dan con “Buried Alive by Love” del exitoso Love Metal del 2003. Un inicio explosivo desde el público pero no tanto desde el lugar de la banda, puesto que comenzaron a acusar una deficiente calidad en el sonido, que los acompañó por gran parte de la noche. Que continúa con “Rip Out the Wings of a Butterfly” y “Right Here in My Arms”, coreadas al unísono por los fanáticos.
La densidad de los riffs de “The Kiss of Dawn”, con ese marcado bajo de Mikko Paananen logran una envolvente atmosfera que vuelca los sentidos hacia tonalidades de tintes más oscuros, quizás uno de los que mejor se escucharon, dentro de la irregularidad con la que se venía desarrollando la presentación desde el punto de vista sonoro. Punto aparte la gran performance de Lindström.
Con “Join me in Death” Valo deja al público corear gran parte del tema, uno de los más exitosos de su carrera, por lo tanto, una carta segura desde el ángulo que se le mire.
El guitarrista Mikko Lindström se roba la película sin lugar a dudas, con sus solos y aplicados riffs, en mi opinión, es el motor principal de la banda, y quedó demostrado en sus poderosas intervenciones, Ville Valo es la cara bonita que derrite a las chicas, pero a la hora de dejarse seducir por la cara mas rockera y musical, el guitarrista lleva la delantera, sus jams con Paananen nos devuelven ese espíritu del rock setentero, y queda de manifiesto en esa jugada en medio de la versión de “Wicked Game” , para caer rendidos y decaer rápidamente con “Tears on Tape” corte que da nombre a la última placa, motivo de esta gira, canción bastante floja en realidad. Luego de “Poison Girl”, “For You” (acompañado de unos efusivos “Mijito Rico!!” (por parte del sector femenino hacia Ville ) y “The Funeral of Heart” , se viene el primer encore, entre el griterío de los presentes la banda vuelve para interpretar “Into the Night” de la última placa, y pegado a este “It’s All Tears (Drown This Love).
Pero eso no es todo, porque luego de “When Love and Embrace” del esencial Greatest Lovesongs Vol.666, y cuando muchos pensaron que ese era el final, la banda que había desaparecido del escenario, regresa para ahora sí despedirse con la celebrada “Sleepwalking Past Hope”
Una velada esperada por miles de fanáticos de la banda, en lo personal, mis expectativas eran altas con respecto a cómo sonarían, y creo que lamentablemente, en eso quedaron en deuda. La voz de Ville Valo nunca se escuchó depurada al igual que el teclado de Janne Puurtinen. El engranaje bajo / guitarra de los Mikko, es el que aportó las notas más altas a un debut que si bien dejó contentos a sus más acérrimos seguidores, queda la sensación de que por los pergaminos que posee la agrupación, podría haber sido bastante mejor.
Fotos: Claudio Poblete
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